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«Mico», «Inquilino», «Esteban», «Chacumbele», «Mono»… ¿con cuál me quedo?

27 noviembre, 2010

En las redes sociales el bochorno se fue de madre. En los comentarios de noticias electrónicas, el respeto a la figura del Jefe de Estado se perdió hace años. Con lo cual, los ataques son de parte y parte. Por un lado, el Gobierno con sus frases de «oligarcas», «burgueses», «escuálidos», etc., y por otro, los opositores, con «Esteban», «Mico», «Mono», «Chacumbele, otros. Se perdió el respecto y eso es grave en una democracia

Es como cuando a uno lo llaman a un acto conciliatorio, para salvar el matrmonio, y las primeras frases son achacar al otro la culpa de lo sucedido.


Eso, más o menos, está pasando en Venezuela. El odio se esparció, y no parece detenerse. Donde uno se meta, la conversación termina en alusiones políticas. Un país enfermo, lleno de odio y venganza. Una lucha de clases, pues

Si encendemos la tele y colocamos VTV, veneno puro. Si hacemos lo mismo con Globovisión, veneno puro. Ambos medios son para dististas audiencias, y distintos pensamientos. Divididos, pues. Lo bueno hasta ahora, es que de alguna manera esas dosis de veneno la estamos canalizando por la vía electoral.

Hace rato me salí de ambas redes, y comencé a ver el problema de forma menos automatista, menos «borrego», y más crítico. No crean que es sencillo.

El primer paso fue ultra complicado, pero lo di. Dejé de leer un tiempo la prensa, mi droga, mi existencia. Dejé de leer a mis articulistas, mis entrevistas, mis reportajes. Por allí comencé

Luego vino la tele. Cero VTV, cero Globo, cero noticias. Fue una cura para la desintoxicación

Posteriormente me imbuí en el mundo del ciberespacio. Pronto comprendí que era diferente pero que tenía tanto o más veneno que los medios tradicionales. Es libre, cotidiano, instante, abrasivo y sobre todo,mentiroso.

Así fueron pasando los días, las semanas, los meses, y me refugié en los libros para sentirme de carne. Los paseos, el cine, la gastronomía, los viajes, los deportes, los juegos, los placeres. En el rabajo, evité el tema político al máximo

Luego retorné a mis labores cotidianas, a la prensa, la radio,la tele, la Internet. Pero estaba curado de la droga

Hoy escribo estas líneas con otro semblante, con otros aspecto, y puedo criticar al Gobierno y a la oposición con una facilidad pasmosa, sin que me trague el odio o la desesperanza.

Soy un venezolano más que no se dejará encasillar por los bandos, que tiene el país sumergido en la miseria y destrucción