En Piso Cien la banda ha cortado con una sierra, al menos, a ocho personas. Allí, en Los Pinos, en El Nazareno, en todo Casalta, Catia, el miedo abunda. Han sido años de ver pasar en las noches a los integrantes del grupo con bolsas, dentro de las cuales van los trozos de sus víctimas. En todo este tiempo no habido policía, ni autoridad que sobrepase el «orden» que «Mixdel» y «Yorman» han impuesto.
Junto al terraplén del sector Los Pinos, que «los Descuartizadores» han usado durante años como su cementerio, una niña que vive en la zona responde en voz baja, viendo hacia el piso: «esto de noche es tranquilo», a su lado otro niño, de no más de 10 años, la mira con desdén, tiene ganas de dar un asomo de la verdad: «¿Tranquilo? Esto de noche es horrible… «.
Desde la parte más alta de Los Pinos el funcionario de Policaracas mira a lo lejos su comando: «Desde aquí nos veían cada vez que nosotros salíamos para acá y, muy tranquilos, se iban a esconder; claro, cuando llegábamos ya no había nada».
Veinte días pasaron los policías tocando puertas, sobre todo en las noches, buscando un dato, o a los sujetos que, como todos sabían, mataron, en 10 de noviembre, al oficial de Policaracas, escolta del diputado Freddy Bernal, Jean Carlos Becerra (26), pero nadie hablaba: «Cuando nosotros nos vamos los que se comen las verdes son ellos», comenta el policía.
Una de las vecinas advierte que no va a hablar: «Mañana llegan ellos y yo tengo una hija. Nos hacen salir a mi esposo y a mí de la casa y se quedan con ella… Cuando están satisfechos salen y nos dejan entrar, pero antes me dicen: «mañana vengo al mediodía, tenme la sopa de pollo; y se la tengo que tener». Está claro que más vale quedarse callado.
El devenir de la banda
Los vecinos de El Nazareno vieron crecer a la mayoría de los diez asesinos que hoy integran la banda. Cuentan que poco a poco fueron alcanzando el poder de acción que hoy tienen.
Tres de cuatro hermanos son parte de la organización, el cuarto también lo era, pero murió en un enfrentamiento en 2006. Ellos son Neptalí Mixdel Rojas Chirinos (20) «Mixdel», Yorman Gabriel (23), y Edwin Jackson, este último es uno de los dos detenidos, y quien, junto a Víctor Alfonso Moro (18), le señaló a la policía donde estaba el cuerpo del oficial de Policaracas.
El papá de los hermanos, Neptalí Rojas, llegó de uno de los pueblos de la sierra de Coro a hacer su vida en el barrio, y allí tuvo seis hijos.
Mixdel lideraba la banda hasta que hace dos años sufrió un accidente de moto y quedó con una lesión en una pierna, desde entonces se mudó a Dos Lagunas en Cartanal y controlaba al grupo desde allí.
Pero «Yorman» fue asumiendo el mando, y todos dicen que es el más peligroso. Era él quien tenía el negocio de la moto con el efectivo de Policaracas, y quien el 10 de este mes, usó como excusa darle el dinero que le debía, para luego asesinarlo, cortarlo en partes y enterrarlo en Los Pinos.
Edwin es quien se encarga del tráfico de drogas. Aseguran que es de los menos violentos.
Ender era otro de los hermanos que integraban el grupo. Murió en un enfrentamiento con la Policía de Miranda el año nuevo del 2007. Esa noche asesinó a un efectivo de Polimiranda y a su hermano, minutos antes del Año Nuevo.
Además, tienen dos hermanas Neraida y Milagros, de esta última se dicen es «la Mente» detrás de los ejecutores. Cuentan que ella tiene una relación con un sujeto conocido como «el Edwar» quien era parte del grupo y participó con ellos en varias muertes, pero hubo diferencias y se mudó al interior. En una ocasión, él, por órdenes de su compañera, asesinó a una joven con la que ésta tuvo una discusión.
El pasado viernes efectivos del la subdelegación Oeste del Cicpc y del Grupo de Respuesta Inmediata Silenciosa (Gris) de Policaracas apresaron a Deibis José Ávila Rojas (27) «Pastor» otro de los miembros del grupo delictivo. Lo detuvieron con una Glock 17, a 500 metros del cementerio clandestino.
No tienen miramientos. Una de las historias que repiten los vecinos es que «Yorman» en una ocasión le disparó a una chica en una pierna solo porque no quiso bailar con él. En 2006, mataron a una tía, Roraima Alicia Rojas Tovar (54), porque ella le hablaba a la gente de lo que ellos estaban haciendo. Aseguran que «Yorman» ha matado solo porque consideró que lo miraron mal.
Según los vecinos «Víctor» y «el Ube» eran los responsables de descuartizar a las víctimas, a pesar de que Víctor tiene apenas 18 años.
Otra de las muertes que ejecutaron fue la de un joven de 15 años, apodado «el Pollito», y la compañera de éste, a quien conocían como «la Caliche». Los detenidos han contado que al «Pollito» lo lanzaron desde Piso Cien, pero cayó en una terraza y decidieron enterrar la bolsa con las partes de su cuerpo. Se cree que a él y su pareja pertenecen las 14 piezas óseas recuperadas por el Cicpc y Policía de Caracas, en el sector donde también localizaron, la madrugada del pasado miércoles, los restos del Policaracas.
Desde jugar con la cabeza de una de sus víctimas y grabar un video para subirlo a internet, pasando por disparar contra cualquiera que consideraran un enemigo, hasta violar a los hijas de los residentes de la zona y someter a toda una comunidad por seis años, se encuentra en el historial del grupo.
Para muchos, lo que se vive en El Nazareno solo se ve en las guerras civiles de África. Pero en este barrio caraqueño los niños juegan sobre el lugar que la banda destinó como cementerio, allí no llega el agua, ni la ley tampoco. Ellos conocen bien a los homicidas a los que, quizás, muchas veces saludaron cuando pasaban con sus bolsas negras. Foto y texto El Universal