Las imágenes de las revueltas sociales de los años 80 contra los gobiernos de Margaret Thatcher volvieron este miércoles a las calles de Londres después del fin de la manifestación contra la subida de las matrículas universitarias.
Un millar de jóvenes se dirigió a la Torre Millbank, donde se encuentra la sede del Partido Conservador, que fue sitiada durante horas. La Policía se vio cogida por sorpresa y no pudo impedir que unas 200 personas entraran en el edificio y rompieran cristales y mobiliario.
Un grupo más reducido consiguió subir hasta la azotea, pero ninguno de ellos penetró en las oficinas de los conservadores ni causó ningún daño a la gente que trabajaba allí
Según la Policía, 14 personas, entre las que había tres policías, fueron atendidas en hospitales, ninguno con heridas de gravedad. Además, se han realizado 32 detenciones.
Algunos medios de comunicación sostuvieron que los responsables de los incidentes no eran estudiantes, sino miembros de grupos de extrema izquierda.
Uno de los jóvenes que se subió a la azotea desmintió a Público que hubiera allí gente ajena a la manifestación: “Excepto dos personas, todos los demás éramos jóvenes que habíamos salido a protestar. La Policía cerró las puertas del edificio y decidimos subir hasta arriba. La violencia contra el edificio comenzó cuando llegaron los policías antidisturbios con cascos y escudos y comenzaron a abusar de la gente”.
Por la mañana, 50.000 jóvenes recorrieron el céntrico distrito de Whitehall, donde se encuentran las sedes de las instituciones británicas. Protestaban contra los planes del Gobierno de David Cameron de mejorar las finanzas de las universidades permitiéndoles duplicar y hasta casi triplicar la matrícula en algunos casos.
Las universidades más caras podrán exigir matrículas de hasta 9.000 libras, unos 10.500 euros, a partir de 2012. El tope actual es de 3.290 libras, establecido en 2006.
Si bien el Gobierno argumenta que es la única manera de que los centros cuenten con más fondos para competir en un mercado global, la medida es una consecuencia del espectacular recorte del gasto público aprobado por el Ministerio de Hacienda.
La de hoy es la primera protesta masiva en la calle contra los recortes, porque los sindicatos han decidido aplazar las movilizaciones hasta la primavera. Creen que será entonces cuando la gente sufra con más intensidad el incremento del paro y el recorte generalizado de los subsidios sociales.
Los manifestantes destacaban en las pancartas la paradoja de que los líderes políticos, para los que el acceso a la universidad fue casi gratuito, exijan cantidades tan altas a futuros estudiantes.
“Dejé la universidad con una deuda de 20.000 libras (tras pagar la matrícula con créditos), y es terrible pensar que mis amigos podrían tener que deber al final el doble”, dijo uno de los congregados.
La manifestación transcurrió de forma pacífica y festiva hasta que un numeroso grupo de jóvenes se concentró ante la Torre Millbank, a orillas del Támesis. La Policía se vio desbordada porque, según admitieron luego sus mandos, no esperaba este desenlace.
Unos 40 agentes se parapetaron frente al edificio sin lograr impedir ni la rotura de cristales ni que algunos manifestantes les sobrepasaran. La Unión Nacional de Estudiantes se desmarcó de los incidentes. “Condeno desde luego lo que ha hecho una pequeña minoría y su actuación violenta”, dijo su líder, Aaron Porter. Público