Durante el último año cerca de 120.000 españoles tomaron la decisión de partir, una cifra que ha ido en aumento mientras fenómenos como la inmigración a España han disminuido hasta un 50%.
Algunos de los viajeros tienen como destino a América Latina. Por ejemplo, cada mes llegan a Argentina entre 1.000 y 1.200 españoles, y cerca de 33.000 en los últimos dos años. Aunque, como señalan los medios en ese país, en muchos casos se trata de argentinos con doble nacionalidad que partieron a España luego de la crisis de 2001 y ahora regresan a su país ante la compleja crisis económica en que se encuentra España.
Emigrar es un verbo familiar en la historia de España, desde los barcos repletos de campesinos que llegaban a Buenos Aires en el siglo XIX hasta las comunidades que se afincaban en Suiza o Alemania en los años sesenta del siglo pasado. Según informa un artículo de la BBC, la tendencia había cambiado por la transformación económica española. De país emisor se convirtió en receptor de inmigrantes. Ahora, ante el impacto del desempleo, la emigración se ha reactivado.
Los emigrantes españoles suelen ser jóvenes calificados (entre 25 y 35 años), con licenciaturas e idiomas, que buscan un trabajo que no encuentran en España, señala la consultora de recursos humanos Adecco. Los destinos favoritos son Estados Unidos, América Latina, Europa (Alemania, Reino Unido) y finalmente Asia. De los más de cuatro millones de desempleados que hay en España, la población joven es la más afectada. Cuatro de cada diez está desempleado, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). A ello hay que sumarle la frustracción de no poder independizarse y de «estudiar para nada», como suelen acuñar algunos universitarios. MAS DETALLES