El soldado Bradley Manning -la supuesta “garganta profunda” que habría hecho posible la masiva filtración de WikiLeaks- ha cumplido 23 años este viernes. Pero sin mucho que celebrar dentro de su pequeña celda en la base militar que los Marines tienen en Quantico, Virginia, a las afueras de Washington.
Tras su detención el pasado mayo, el militar ha pasado más de 200 días bajo un régimen carcelario de completo aislamiento. Hasta el punto de que sus defensores empiezan a hablar del equivalente a tortura, denunciando serios problemas mentales y físicos.
Manning se enfrenta a una corte marcial que le puede sentenciar a medio siglo de cárcel por presuntamente haber aprovechado su destino en Bagdad como especialista en inteligencia militar para diseminar todo el material que ha convertido en una celebridad a Julian Assange. Un torrente de secretos, algunos copiados en discos con carátula de Lady Gaga, que habría empezado con el vídeo de un helicóptero Apache de Estados Unidos disparando contra civiles iraquíes en el 2007. MAS DETALLES