Los clientes de bares en Irlanda, Noruega, Suecia, Italia, Reino Unido o Turquía tienen que salir a la calle a fumar. Todos tienen legislaciones más duras que la española contra el consumo de tabaco en locales de ocio y hostelería. Más o menos restrictivas, hay normas anti-tabaco en casi la mitad de los 27 miembros de la UE.