Los autos judiciales, filtrados ayer en la prensa italiana, de la investigación del ‘caso Ruby’ contra Silvio Berlusconi por prostitución de menores y concusión (extorsión por parte de funcionario público) dejan sin palabras. Son una bomba. Nada menos que una ‘plantilla’ estable de chicas que se prostituyen para el primer ministro a las que ha puesto piso en un bloque de la zona residencial que construyó en los setenta, Milano 2. Exactamente, en Via Olgettina 65. Desde este ‘cuartel general’ acuden a sus juergas y él las mantiene con regalos y dinero. En los registros han sido identificadas al menos 14 jóvenes y las fotos de varias estaban ayer en los diarios.
Una testigo ha descrito las veladas en la mansión del magnate en Arcore, cerca de Milán, en la ya célebre sala del ‘bunga bunga’. Shows de chicas en topless disfrazadas de enfermeras o pornopolicías, con números eróticos en una pista de ‘lap-dance’. Al final, algunas son seleccionadas para quedarse a pasar la noche. Recibirían 10.000 euros. Las demás, 500. Berlusconi ha dicho varias veces que en su casa solo hay cenas normalísimas y no ha pagado en su vida para acostarse con nadie. MAS DETALLES