El comisario Jotny Márquez informó que siguen investigando. Pedro Guerrero tenía una marroquinería en San Antonio.
El asesinato de Érika de la Consolación Rivera, de 37 años, y a su hija, de cuatro años, mantiene conmocionado a los familiares y amigos del abogado Pedro Guerrero.
«Todos estamos muy sorprendidos con esta historia porque Pedro era una persona tranquila. Escucho las historias y no me cabe en la cabeza que sea el mismo hombre que uno conoció», comenta una allegada a la familia Guerrero Rivera, que prefirió no identificarse.
El abogado asesinó, el pasado sábado 22 de enero, a su esposa e hija al asfixiarla con una almohada.
Las causas siguen siendo un misterio. El jefe del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas del Táchira, comisario Jotny Márquez, informó que investigan el móvil pasional.
«Aún se adelantan las investigaciones; sin embargo el que toma mayor fuerza es el pasional, por algún problema que pudo haber ocurrido entre ellos», explicó.
Otras versiones extraoficiales señalan que Guerrero habría violado a la menor, Érika se enteró y pelearon. Sin embargo, las autoridades que adelantan las investigaciones del caso se mantienen herméticos ante esta hipótesis.
El día del crimen la pareja cumplía cinco años de casados. De acuerdo a versiones de allegados a la familia, Pedro y Érika tenían planificado celebrar su aniversario. «Vivían como una familia normal, además de ser una pareja económicamente solventes», dijeron.
Pedro Guerrero no ejercía el derecho pues era dueño de una empresa de marroquinería en San Antonio del Táchira.
Érika estaba dedicada a su hija Angélica Pierina y, al parecer, es hija de los dueños de una heladería, ubicada en San Cristóbal.
Todo indica que Guerrero planificó fríamente el hecho, al punto de alterar la escena del crimen y fingir preocupación y angustia porque su esposa no le contestaba el teléfono.http://www.panorama.com.ve/especiales2010/sucesos_site/711734.html