a Fosa de las Marianas, conocida también como el abismo Challenger, es la zona más profunda que se conoce del oceáno. Se encuentra en el Océano Pacífico y sólo dos exploradores han logrado bajar a tal profundidad. En 1960, el inventor suizo Jacques Piccard y el marine estadounidense Don Walsh descendieron a 35.000 pies a bordo del batiscafo Trieste, que fue especialmente diseñado para esa misión.
Desde entonces ningún ser humano ha vuelto a descender a esa profundidad pero sí nuevas naves no tripuladas dotadas de la última tecnología que están recopilando valiosos datos para que los científicos puedan estudiar esta desconocida área del océano.
Un equipo internacional de investigadores lanzó al agua un sumergible no tripulado para que descendiera a 10.900 metros de profundidad. Los científicos han revelado ahora sus primeras conclusiones sobre la investigación, según informa la BBC. Por ejemplo, que las fosas oceánicas actúan como sumideros de carbono y que su papel en la regulación del clima es mayor de lo que los científicos pensaban hasta ahora.MAS DETALLES