El pasajero se saca por la maleta, dice el refrán popular, para referirse a las apariencias y actitudes de las personas. El Gobiernos del Presidente Chávez recibe con frecuencia a dignatarios y personalidades de la política y de otros ámbitos de la vida internacional. Y uno como venezolano de a pie, se pregunta: ¿caramba, al Primer Mandatario no le dará pena que sus invitados se caminen por el centro de la ciudad o alrededors de Miraflores?
Tal parece que no. Hemos tenido ocho pésimos años de Freddy Bernal como alcalde, y otros tanto de su compañero de partido, Jorge Rodríguez. poco hicieron por embellecer la capital, con decirles que muchos de los semáforos no funcionan, que las avenidas no están demarcadas ni alumbradas, que hay huecos a montones, que los motorizados son un cuerpo élite que hace lo que venga en gana, que las camioneteros son un peligro para el conductor, que no hay orden, que no hay sentido colectivo, pertenencia de la ciudad
En fin, un desorde, un caos es la capital. La mala impresionón que se deben llevar esos mortales da miedo, y desdice sobre la capacidad del Gobierno para enfrentar problemas más espesos, como el de la delincuencia, por ejemplo
Es como cuando se ingresa de visitante a una casa y se pide prestado el baño, y está sucio, desordenado, hediondo, la impresión del visitante, lógicsmente no será muy buena sobre el aseo de la casa
Probablemente esa sea la impresión que reciban nuestros visitantes de de la ciudad, enclavada en un valle, que ha crecido anárquicamente y que a los gobernantes les quedó grande para planificarla.
Es una lástima que los invitados a nuestro país, tengamos que ofrecer una ciudad caótica, llena de huecos, de problemas, de inseguridad, de indigencia, de espacios confiscados por cualquier persona, de inacción gubernamental, y lo más perplejo son los miles de millones de dólares que han recibido por concepto de la renta petrolera, y que robaron, derrocharon o sacaron del país