Los empleados públicos y los jubilados han visto importantes recortes en sus sueldos y pensiones, lo que unido a la subida de los impuestos y la inflación ha hecho que algunos economistas hayan calculado que han perdido un 25% de su poder adquisitivo.
Ante esta situación, desde hace dos meses grupos de ciudadanos se han organizado para protestar contra el aumento del precio de los billetes del transporte público, entre el 28 y el 80%, según el medio y la ruta. También protestan por el peaje en las autopistas y contra el incremento del precio de las consultas en los hospitales públicos, que han pasado de los tres a los cinco euros por visita.
Sellan las máquinas expendedoras de billetes en las estaciones y llaman a los atenienses a resistir, «ya que el transporte público es más caro que usar el propio vehículo privado», claman.
El fenómeno de los pasajeros que viajan sin billetes ha aumentado hasta rozar el 40% en los autobuses y hasta un 15% en el resto de los medios de transporte, según estimaciones oficiales. MAS DETALLES