Gadafi, Mubarak, Ben Alí… cuando los déspotas pierden el poder, los bancos internacionales se apresuran a congelar sus cuentas en el extranjero. ¿Pero qué significa exactamente ‘congelar’? ¿Y qué pasa después con esas fortunas? ¿Sirve de algo o solo se trata de una medida cosmética? En plena convulsión del mundo árabe, le contamos la trastienda del dinero más sucio.
Se calcula que, en estos momentos, hay congelados en todo el mundo unos 360 millones de euros en cuentas a nombre de tiranos, o bien de sus parientes y colaboradores. Y puede que sea solo la punta del iceberg. Para organizaciones como Transparencia Internacional, el iceberg ronda los 90.000 millones de euros. Y no deja de crecer. El Banco Mundial estima que, solo de África, cada año se desvía a canales oscuros la cuarta parte del dinero público del continente. Es una sangría. MAS DETALLES