Japón lucha a la desesperada por evitar una «explosión nuclear descontrolada», después de la que el sábado destruyó el edificio que contenía el armazón metálico que guarda el reactor nuclear número uno de una de las dos centrales nucleares de Fukushima.
El Ministerio de Exteriores de Japón convocó anoche de urgencia a todos los embajadores acreditados en Tokio para explicarles hoy la situación por la que atraviesa el país tras el terremoto del pasado viernes y, en especial, las medidas que se están adoptando para impedir la explosión de alguno de los cinco reactores nucleares cuyo sistema de refrigeración se estropeó por el seísmo. MAS DETALLES