A finales de los años 40 y luego, en los 50, el desarrollo rápido de la industria médica en EE. UU. llevó a un aumento significante de la cantidad de experimentos sobre personas. Hasta a principios de los 60, en mitad de los estados del país las investigaciones sobre prisioneros fueron legales.
Ya en esta época dos experimentos cambiaron la actitud de la sociedad hacia este problema. En 1963, investigadores inyectaron células de cáncer a 19 pacientes debilitados y viejos en un hospital de enfermedades crónicas. El experimento tuvo como fin comprobar si los cuerpos de los pacientes rechazarían las células. MAS DETALLES