A la una de la madrugada de ayer, varias detonaciones se escucharon detrás de La Salle, en la Urbanización Francisco de Miranda. Algunos atrevidos vecinos se asomaron, pero no vieron algo, pero presumieron que alguien debió ser tiroteado a muerte. No hubo espacio para la equivocación: un joven, que aparentaba unos 23 ó 24 años yacía bocabajo muy cerca de la canal que atraviesa el centro de la ciudad.
Su asesino o asesinos lo masacraron con aproximadamente doce impactos de bala, lo que revela que la venganza se hizo con una voraz saña que no tuvo escrúpulos para los oídos de los lugareños. De allí, sin identificación y sin persona que conociera al occiso, fue levantado su cadáver, en medio de un charco de sangre que se extendía hasta la orilla enmontada que bordea la canal.
No fue sino hasta cerca del mediodía de ayer jueves cuando un grupo de jóvenes se acercó a la morgue de la Policía Científica para aportar a las autoridades al menos el nombre del fallecido: Jefferson Castro, de unos 24 años de edad, residente de Barinitas, municipio Bolívar, donde se dedicada a vender Cd»s.LA PRENSA DE BARINAS