Comentadísimo en la Red está siendo un artículo publicado en «The Guardian» sobre la peculiar vida de Debbie Taylor, una británica de 30 años que asegura que se alimenta a base de patatas fritas desde hace una década.
Su caso nos recuerda otras historias estrambóticas como la de Lizzie Velásquez, una universitaria de Texas que debe comer cada 15 minutos para permanecer viva o el de Noorsyaidah, una mujer indonesia con alambres en el estómago.
Aunque muchos cuestionan la veracidad de esta información, la noticia ya ha saltado a otros grandes medios como «Mirror» y cuenta con cientos de referencias en Twitter. Su protagonista asegura que ha estado comiendo dos bolsas de patatas fritas al día durante dos años y «poco más» durante los últimos diez. Y parece parece no tener intenciones de cesar: «Mi carrito de la compra parece como si tuviera una fiesta infantil en casa. La idea de comer cualquier otra cosa es repelente, no me gusta estar llena e hinchada. Lógicamente, sé que mi dieta no es saludable, pero no tengo ánimo de cambiar». MAS DETALLES