Una bola de arroz seco, un zumo, una botella de agua y 30 galletas es toda la alimentación que los 400 trabajadores que se encuentran en la central de Fukushima reciben al día.
No se quejan ni protestan, aceptan las condiciones extremas en las que se encuentran con el único objetivo de controlar una crisis nuclear cada vez más complicada.
A las 06.00 horas de la mañana cada uno de los empleados de Tepco y de los demás trabajadores se despiertan y desayunan las 30 galletas y el zumo de 18 centilitros que les dan. En ese momento comienza su dura tarea, según Kazuma Yokota un miembro de la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón. MAS DETALLES