Las historias de asesinos en serie que tantas veces se ven en las películas de Hollywood no suelen salir de la imaginación de brillantes guionistas si no más bien de escenas de la vida real como las que estos días viven los vecinos de Long Island (Nueva York). El pasado lunes se encontraron tres cuerpos aún sin identificar en las inmediaciones de la autopista Ocean Parkway, cerca de las playas Oak Beach y Gilgo Beach, a unos sesenta kilómetros de Nueva York, donde en los últimos cuatro meses han aparecido otros cinco cadáveres. En total ocho víctimas que aún nadie quiere asociar oficialmente a un mismo asesino pero cuya sombra ya está sembrando ese temor en los vecinos del área, alimentado por la prensa sensacionalista.
No parece haber muchas pistas respecto a cómo o por qué estos ocho cuerpos han aparecido en Long Island, en el condado de Suffolk, (una de las zonas de playa más frecuentadas por los neoyorquinos) aunque hay algunas coincidencias entre las víctimas que podrían indicar que tras su muerte existe una misma mano ejecutora y una misma mente desencajada, algo que ha sido sugerido por el propio jefe de policía de Suffolk Richard Dormer. MAS DETALLES