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Keiko es la encarnación de «El Chino» Fujimori

11 abril, 2011

Keiko Fujimori tiene 35 años y puede decirse que lleva desde los 15 preparándose para ser presidenta de Perú. Fue una de las primeras damas más jóvenes de Occidente cuando su padre, el expresidente Alberto Fujimori, le pidió que desempeñara el cargo tras la ruptura de su matrimonio con Susana Higuchi. Era 1994, ella tenía 19 años, y se mantuvo en el puesto hasta el fin del Gobierno de Fujimori, El Chino, en 2000.

Aunque su entorno es muy hermético, desde un antiguo profesor del colegio de los Sagrados Corazones de Lima hasta un viejo amigo de la familia coinciden al definirla: es dura, aunque no agresiva; enérgica; disciplinada; y va a por todas en las elecciones. De los cuatro hermanos, solo ella y el menor, Kenji (30 años), tienen vocación política.

Tras el último debate presidencial, el domingo, varios expertos en comunicación e imagen alabaron el papel de Keiko: «Fue bien preparada y actuó como una joven profesional», «fue la más serena y aun así demostró su energía», «se presentó como la encarnación de su padre». La última opinión es la que más divide a los peruanos en torno a la candidatura de Keiko.

Para el 20%, según las encuestas, Fujimori fue el mejor presidente desde 1990 y sentó los pilares del crecimiento. Para ellos la hija garantiza la vuelta del padre. Y esto es justamente lo que horroriza al resto del electorado, que recuerda que El Chino fue condenado a 25 años de prisión por corrupción y crímenes de lesa humanidad y que Keiko ha sido acusada de financiar sus estudios en Boston con dinero público. Conoció a su marido, Mark Vito Villnella, con el que tiene dos hijas, en EE UU. MAS DETALLES