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Los medios son la forma suprema de la guerra

10 abril, 2011

Para que pueda darse una guerra no puede haber memoria. Un terremoto es siempre único, circunstancial. La guerra también. La guerra de Libia no es como la de Iraq: hay una resolución del Consejo de Seguridad, la guerra es legal y legítima. El terremoto de Japón no fue como el de 1923, el de ahora ha sido el de mayor intensidad en la historia y ha habido un tsunami.

El periodista es el gran encubridor del pasado. La historia no es información, es paisaje. En la era de la información no puede haber memoria.

Los medios de comunicación son los primeros en establecer una zona de exclusión. Que no vuele sobre nuestras conciencias ninguna duda ni ningún recuerdo, si los hay, bombardéelos por favor. Decía Bernays en su manual de propaganda que la principal tarea de ésta es simplificar el mundo. El periodista es el “gran pacificador” –perdón-, el gran simplificador.

Explica a la gente de forma simple aquello que no lo es. Los matices, las zonas grises crean dudas en el público y le hacen un ser reacio a la compra, ya sea de una mercancía o de una idea.

Para que el público pueda ser guiado hay que despejar sus dudas reduciendo su campo de elección: Gadafi o el pueblo libio, Fukushima o crisis energética. MAS DETALLES