La policía rusa ha destapado un espeluznante caso. Agentes detuvieron al supuesto responsable de la aparición de una serie de restos humanos en varios depósitos del agua de Moscú.
Los efectivos policiales detuvieron a Nikolái Shadrín, un hombre de 35 años, mientras comía un estofado hecho con hígado humano. Los restos del mismo hígado estaban guardadas en el congelador.
Un vecino del presunto caníbal, que prefirió permanecer en el anonimato, describió el comportamiento de este hombre. Según el testigo, se trata de una persona enferma. “Siempre llevaba un cuchillo, un hacha o una porra. Siempre ha sido peligroso para la sociedad”, dijo. «Yo fui el único que le ingresaba periódicamente en la planta psiquiátrica. Todo el portal lo denunciaba y sufría sus acciones, sus borracheras… Siempre estaba magullado y tenía heridas.” El vecino contó también que en su nevera habían encontrado restos de hígado y después de analizarlo comprobaron que era de origen humano.
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