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Faraónica represa Tres Gargantas de China hace agua

22 mayo, 2011

La joya de la corona china reluce menos. El mayor proyecto hidrológico del mundo, la presa de las Tres Gargantas, hace agua. Y no por las grietas que se abrieron con el terremoto de Sichuan en 2008, sino por una larga lista de razones que, ayer por primera vez, reconoció el Gobierno de Pekín. En un doloroso acto de contrición, el Ejecutivo, a través de un comunicado del Consejo de Estado, reconoció que «existen problemas urgentes que deben ser resueltos, como mejorar las condiciones de los desplazados», casi 1,4 millones de personas a las que se les prometió igualar su calidad de vida con la de los no reubicados, «proteger el medio ambiente, y evitar catástrofes geológicas».

El Gobierno admite así por primera vez circunstancias tan graves como la contaminación del agua o los temidos corrimientos de tierra en el entorno de la presa, que hasta ahora venía minimizando.

Pekín se ha resistido a reconocer que el proyecto en sí es una grave amenaza para el medio ambiente y para quienes lo habitan. Hasta ayer, la presa de las Tres Gargantas era de color rosa. Pero, finalmente, los dirigentes chinos han tenido que admitir que el dique, que ha contado con 27.000 millones de euros de presupuesto -oficialmente-, es un gran quebradero de cabeza MAS DETALLES