Que Chávez mejora su salud, que ha recibido a sus familiares en Cuba, que estará de vuelta dentro de pocos días en Venezuela, ya no es un secreto a voces. Lo primero lo ha confirmado el propio Presidente a través de su twitter, lo segundo lo anunció recientemente Adán Chávez, hermano del mandatario y gobernador de Barinas.
Entretanto, desde su cuarto oscuro en La Patilla, Alberto Federico Ravell parece recomerse los sesos. Sigue atentamente los twitters de Chávez y se pregunta para sus adentros cómo descalificarlos. “Un detallito: en Cuba no hay blackberrys”- dijo hace apenas unas horas, como dejando entrever la supuesta imposibilidad de que Chávez twitteara desde la Isla.
Ravell olvida que Yoani Sánchez, la bloguera contrarrevolucionaria que tanto ha entrevistado Globovisión, twittea desde Cuba cuanto quiere. Y eso mismo hacen miles de cubanos que, diariamente, aparecen conectados a la red.
Antes, Ravell había lanzado un twitter aún más provocador: “Elías Jaua y Diosdado Cabello podrían ser los candidatos a lanzarse a las elecciones del 2012 en ausencia de Chávez”, como si alguien pudiera creer en Venezuela que, de aquí a los próximos comicios presidenciales, la vitalidad de Chávez no fuera suficiente como para lanzarle una golpiza contundente a su adversario opositor en el camino a Miraflores.
Ravell ya no sabe cómo ser protagonista. Desde que fue expulsado de Globovisión, debe andar con cuatro blackberrys en la mano lanzando twitters por todas partes, a ver si alguien lo lee o lo escucha.
Pero nadie le hace caso. Sus bufonadas, mentiras y manipulaciones están condenadas a correr el mismo destino que los rumores insulsos: se desvanecen en apenas minutos.
El Presidente Chávez ha elogiado hoy con alegría el trabajo de sus ministros, y ha mostrado por twitter su emoción con la visita a Cuba de sus familiares más cercanos. Cualquiera que conoce su estilo, sabe que son mensajes auténticos, salidos de su propia mano.
Eso también lo sabe Ravell, quien, para controlar su impotencia, debe andar dando puñetazos en la mesa. Pobre. Fuente: Patria Grande