Desde inicio de las revueltas en El Rodeo, Globovisión previó algo gordo, informativamente hablando. Llevó su móvil y anclaron a dos periodistas: MAriana Reyes y Derek Blanco.
Ambos le dieron una pela informativa al canal 8 que se quedó en pases infrecuentes y entrevistas frías en el estudio
En la medida que avanzaron los sucesos, Globovisión se creció, con la móvil en el sitio de los acontecimientos, fue sin dudas punta de lanza para crear ruido, zozobra en la pobración, no hay dudas.
Hizo su trabajo: atacar al gobierno y crear la debida alarma, más allá de mostrar con sindéresis los acontecimentos y dar un tratamiento justo al tema. El trabajo, el ataque, estaba hecho, y el Gobierno llevaba plomo en el ala.
Pero, sin embargo, el canal del Estado seguía adormecido y no es pasada 72 horas cuando, y ante la bola de nieve que se había convertido el problema, deciden enviar un periodista, Luis José Marcano, para que se estacionara de manera permanente en el lugar, cosa que hizo Globovisión sin titubeos desde el principio.
De no ser por Mario Silva y La Hojilla, que desde un primer instante se enfrascó cuerpo a cuerpo para desmontar las informaciones vertidas por Globovisión, la «pela» informativa hubiese sido horrorosa. RUBEN MARCANO/IO