Es profesional, tiene entre 25 y 54 años de edad, vive en familia, trabaja en el sector privado y gana más de 51.000 dólares al año. Ese es el perfil a trazos gruesos del inmigrante venezolano que dibujan el censo de Estados Unidos y las estadísticas del Departamento de Seguridad Nacional.
La comunidad venezolana en ese país registró un incremento de 135% en la última década, al pasar de 91.507 personas, en el año 2000, a 215.023 en 2010.
Sólo 3 de cada 10 tiene ciudadanía estadounidense y hay, al menos, 60.000 indocumentados, de acuerdo con el Centro Hispano Pew, instituto de investigación con sede en Washington.
Es el grupo más grande de coterráneos en el exterior y, aunque representan sólo 0,4% de la población latina en Estados Unidos, para Venezuela este éxodo significa 1% del total de sus habitantes; es decir, 1 de cada 100 venezolanos ha emigrado a ese país de Norteamérica.
De lejos les siguen destinos como Colombia, Panamá, Perú o España.
La colonia no pasa inadvertida en Miami, donde calculan que casi 20% de la población de la ciudad de Doral, por ejemplo, es de origen venezolano.
En el sur de Florida la cadencia del habla de este lado del Caribe contrasta con la cubana, la puertorriqueña y la dominicana, otras de las emigraciones que registra ese estado. EL NACIONAL