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Hoy es mi día: ¿te apuntas a Globovisión o VTV?

27 junio, 2011

Cuando salí de El Universal, en 1999 también salieron otros 200 colegas. Había ganado Chávez y Andrés Mata colocó todos los huevos en la cesta de Salas Römer. Había apostado sin temor a la derrota del actual mandatario…

Me fui a España, porque intuía que el periodismo había pasado la raya, y se convertiría en una trinchera para vapulear la verdad. No me equivoqué

De un tiempo a esta parte, los medios privados se convirtieron en defensores de la oposición y los del Estado, del gobierno. La verdad, los principios éticos de la profesión, la ecuanimidad, el equilibrio, la veracidad, sufrieron sendos reveses.

Las Escuelas de Comunicación son las primeras en lanzar líneas informativas soterradas o no, a favor y en contra. Si estudias en la Bolivariana, ya sabes de lo que va la cosa. Si lo haces, por el contrario, en UCV, Católica, Santa María, etc los opositores sacan mejor tajada

LOs profesores parecen estar más preocupados por el tema político y por la división existente, que en concentrarse en enseñar a los estudiantes los conocimientos para ser un buen profesional

Esas tendencias no son diferentes en el mercado laboral. Es impensable que un chavista trabaje de ancla, por ejemplo, en Globovisión. Y viceversa.

Los medios más más que antes, juegan sin rubor hacia determinados intereses, y el colega que no lo tenga claro, se le hará complicado mantenerse al margen, a favor en en contra.

Las circunstancias que vive el país obligan a estar con uno u otros, bien por convicción, por rabia, por el bocado de comida o sencillamente por una coyuntura.

Esa actitud supuso en gran medida que hayamos contribuido a crear una hidra que se ha vuelto contra nosotros.

Twitter, Facebook, redes sociales, son armas letales para mantener la verdad a buen resguardo. Si bien son instrumentos que amplían la participación de colectivos, también son utilizados como armas para promover los rumores, la desinformación, la propaganda, el miedo y la tergiversación.

En ese río informativo que son las redes sociales, también se percibe la guerra entre periodistas y entre sociedades. Unos a favor y en contra. Cada quien cree tener la verdad y busca cualquier medio para convencer, para achicar, para molificar conductas.

Las redes sociales y la Internet son una extensión, más personal, de esa guerra. De ese monstruo, sin cabeza que creamos a crear a finales de la década pasada, y que hoy, sencillamente, está fuera de control RUBEN MARCANO/IO