Más de un millón de personas han huido de Libia desde el inicio del conflicto militar interno, informó el Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos de la ONU, Lynn Pascoe. En el país norteafricano cada vez más ciudadanos se ven obligados a abandonarlo todo para salvar su vida.
Uno de ellos es Sabri, cirujano de profesión. Dice que en Bengasi, el bastión de los rebeldes libios, intentaron matarlo 3 veces, pero decidió escapar sólo después de haber presenciado una ejecución.
El médico afirma que fue por orden del Consejo Nacional de Transición. Este órgano político se creó después de que empezaron los enfrentamientos en Libia. Más tarde, varios países lo reconocieron como el único organismo representativo del país.
“La única opinión permitida es la suya”, dice Sabri. “Hablan de democracia y luego realizan purgas políticas y raciales”.
Su familia puede pasear por primera vez en varios meses. Dicen que en su ciudad la vida se ha convertido en una pesadilla. Y en el campo de refugiados se sienten seguros.
Otra refugiada, Salma, está de acuerdo con la opinión de Sabri: “Ahí ya no hay seguridad. Vivir allá es peligroso. Y no sólo por los tiros y las explosiones. Un día, gente vinculada con el gobierno de Bengasi, que ustedes llaman rebeldes y nosotros terroristas, llegó a mi casa y me dijo: ‘Vamos a arrestar a su hija porque sabemos que apoya a Gaddafi’.”
El conflicto en Libia está afectando a la población civil tanto en el territorio controlado por los rebeldes como en el gobernado por las fuerzas fieles a Gaddafi.
Según expertos, la situación en Libia sólo se empeora tras la decisión del Corte Penal Internacional
Muchos expertos señalan que la situación que vive Libia sólo se empeora tras la desición de emitir una orden de arresto de Gaddafi.
Así, por ejemplo, el analista de la universidad nacional de La Plata Paulo Botta afirma que esto dificulta que el conflicto termine a través de una vía pacífica y política.
“Esta decisión no tiene ninguna consecuencia práctica, ya que Libia es uno de los países que no acepta las decisiones de la Corte Penal Internacional. Por otra parte, este tribunal no tiene fuerzas policiales, por tanto no es posible que vaya ningún poder a apresarlo”, señala Botta.
Según su opinión, “esto es una forma más de presionar a Gaddafi, pero no creo que ayude a alcanzar una solución política del conflicto”.
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