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Si Grecia no paga los draconianos intereses del préstamo, el Euro se viene al garete y entraremos en otra recesión mundial

30 junio, 2011

Lo que sí ha quedado horrorosamente en claro, es que el Parlamento griego abandonó a su propio pueblo, para dar rienda suelta a la cleptocracia financiera: la elite política y económica que concentra la riqueza de la nación, a costa de la corrupción y la malversación de fondos.

Esta elite seguirá actuando a sus anchas con la nueva droga de crédito que le cede la banca gala, pagadera a 30 años a costa de los contribuyentes honrados que pagan sus impuestos en el país heleno.

Nada resuelve la solución francesa-FMI porque no hay cómo cumplir con el pago de una deuda que crece y una economía que se destruye, aunque se privatice cada centímetro cuadrado del país.

El plan consiste en que a medida que los bonos lleguen a su fecha de vencimiento, los bancos renovarán el 50% del préstamo a 30 años, se embolsarán el 30% de la deuda, y el 20% restante lo dispondrán en los vehículos de propósito especial (SPV, por sus siglas en inglés) que serán colocados en el mercado con calificación triple A. Estos fondos actuarán como garantía sobre la nueva deuda griega para cubrir el riesgo de una nueva caída en este nuevo préstamo a 30 años.

En el caso griego no existe ningún recorte y sólo se busca convencer que Grecia será capaz de pagar los 340.000 millones de euros que debe, junto a los intereses draconianos que, a 2 años, 5 años y 10 años superan el 25%, 20% y 15%, respectivamente.

Como he señalado en otro post, lo que eufemística y deshonestamente se llama un ‘rescate’ de la nación griega, no es nada más que un salvataje para la gran banca, que se hunde en el precipicio por la caída de sus sistema ponzi de reservas fraccionarias.

En Atenas se está librando la batalla por el destino del euro y las presiones para que Grecia acepte la oferta de la troika UE/BCE/FMI, convetida en cuarteto por el ingreso de Deutschbank, está llegando a niveles asfixiantes.

En la tensa y nerviosa negociación, los líderes europeos han prometido al Primer Ministro Georgius Papandreu que dispondrá de los recursos en forma inmediata, apenas el Parlamento griego apruebe el plan de recortes y privatizaciones.

La actual crisis griega está conduciendo a una crisis global de proporciones y así lo demuestran los recientes traspiés de las bolsas mundiales, que se han desplomado al unísono como si se tratara de una reacción en cadena.

El Ibex ha sufrido pérdidas anuales y el indicador se instaló por debajo de los 10.000 puntos, al igual que el Dow Jones. La idea de recuperación no ha sido más que una fantasía y la verdad es que la economía se encuentra a los pies de una nueva recesión mundial, aunque en rigor todavía no salimos de la que se inició en 2008.

Las medidas de austeridad implantadas a la fuerza, sólo están destrozando a la sociedad y a los países que no pueden cumplir con los pagos que se le exigen. Todo ha sido un fracaso.BLOG SALMON