Las instituciones bancarias se vieron ayer inundadas de clientes que buscaban adquirir el Bono 2031, al tiempo que las plataformas tecnológicas colapsaron ante la avalancha de personas que intentaban ingresar a sus sistemas para realizar la solicitud de compra vía Internet.
Al igual que en otras emisiones de bonos pagaderos en bolívares y convertibles en divisas, se espera que la demanda triplique la oferta de la República por 4.200 millones de dólares.
Estas emisiones se han constituido en un instrumento legal para acceder a divisas a un tipo de cambio menor al precio del dólar paralelo.
Igualmente, este tipo de ofertas da señales en cuanto a la intención del Gobierno de tratar de mantener el suministro de divisas para evitar la depreciación del tipo de cambio no oficial.
Como se recordará, el Gobierno les prohibió a las casas de bolsa y sociedades de corretaje ser intermediarios en las colocaciones de bonos de deuda pública nacional, por lo que ahora la banca pública y privada es el único sector financiero que puede participar como operador, comprador e intermediario de este mercado.
Ante la necesidad de comprar dólares en un contexto de control de cambio y en donde personas naturales y jurídicas han tenido dificultades para acceder a Cadivi y el Sitme, un gran número de inversores han colmado las oficinas bancarias.
Algunos compradores indicaron que ciertas instituciones bancarias ofrecieron un precio «muy por debajo de las cotizaciones de otros papeles en el exterior» para la emisión del Bono 2031 y que les ha sido difícil conseguir un mejor valor por sus títulos.
Los inversionistas tienen dos alternativas de acuerdo con las instituciones financieras al momento de hacer la solicitud.
- En primer lugar, tienen la opción de indicar la venta del bono apenas se haya liquidado.
- En segundo lugar, pueden acordar mantener el bono hasta un cierto tiempo antes de venderlo en el mercado secundario.
Otra alternativa
Un participante que se estrena en el mercado de emisiones de deuda es la Bolsa Pública de Valores Bicentenaria.
El pasado martes informó que participará en calidad de agente receptor de órdenes de compra.
El inversionista deberá tener una cuenta en el Banco del Tesoro para poder realizar el depósito en la cuenta de la Bolsa Pública.
Sin embargo, ayer se señaló que los interesados también podrían acercarse a las oficinas del Banco Provincial para realizar sus solicitudes.
De esta manera, este ente creado el pasado mes de enero, tendrá un papel mucho más activo en el mercado de valores venezolano.
Analistas indican que en el corto plazo el tipo de cambio implícito resultante al participar en esta operación podría estar rondando entre los 5,3 y 5,5 bolívares fuertes por dólar, en función de los rendimientos exigidos en los mercados internacionales.
«Vale destacar que según el rendimiento esperado por los bancos nacionales, el tipo de cambio implícito estaría muy cercano a 5,7 bolívares fuertes por dólar», se destaca en un informe de análisis económico del Grupo Arca.
Sostienen que el instrumento (emisión) es muy útil a nivel corporativo, ya que permite fijar un tipo de cambio implícito en función de lo que la empresa desea presupuestar, siempre y cuando se pacte el precio de recompra con su respectiva institución.
Sin embargo, explican que al no pactar la recompra en el corto plazo, se presenta la oportunidad de un incremento en los niveles de precio de dicho activo, que conjuntamente con la alta tasa de interés que este título devenga, podría mejorar el desempeño, y por consiguiente, la tasa de cambio implícita.
«Se recomienda prudencia al colocar la orden de compra, ya que hasta ahora no ha habido un patrón para la adjudicación de dichos títulos y es muy probable una alta adjudicación para las empresas de la categoría I (salud, alimentos y bienes de capital)», destaca EL MUNDO