Ni los helados, ni las chucherías ni los refrescos engordan tanto como las papas fritas. En este sentido, y en referencia a las papas, señala Xavier Pí-Sunyer, experto en obesidad del hospital St. Luke’s-Roosevelt de Nueva York, que “son sabrosas, diría que irresistibles, y tienen una textura muy buena. Las personas no suelen comer una o dos. Se comen un paquete entero”.
Para corroborar las palabras de Pí-Sunyer, un estudio realizado por científicos de la Universidad de Harvard, en los Estados Unidos, señala que lo que comemos, y cuánto comemos, tiene mucho más impacto que el ejercicio físico y la mayoría de los otros hábitos con respecto al aumento de peso a largo plazo.
Los resultados del estudio fueron publicados en el New England Journal of Medicine. Es el analisis más completo hasta ahora sobre el efecto de alimentos particulares y las decisiones de estilo de vida como el tiempo dedicado al sueño y dejar de fumar. CLARIN