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Obama tuitea con estadounidenses que lo vapulean a preguntas y responde sin coherencia. Un fracaso absoluto

8 julio, 2011

Un nuevo formato, pero las mismas viejas respuestas. Toneladas de publicidad, casi todo en trozos de 140 caracteres, no pudieron hacer de la reunión vía Twitter con el Presidente de EEUU tan emocionante como Barack Obama había prometido.

El evento de una hora resultó ser mucho menos interesante que cualquier otra reunión en el ayuntamiento de Washington. Al igual que el Townhall -como fue llamado este encuentro por Twiitter- del 19 de abril de Obama con Mark Zuckerberg, el evento contó con el Presidente frente a un empresario joven.

Todo comenzó muy bien. Después de unas breves palabras del cofundador de Twitter, Jack Dorsey, el Presidente se acercó a un ordenador portátil adornado con un sello presidencial y y respondió la primera pregunta de la audiencia: “Con el fin de reducir el déficit, qué servicios cortará y qué inversiones usted mantendrá”. A partir de entonces, las cosas se tornaron aburridas.

¿Por qué estaban mal las cosas? El primer problema fue el olvido aparente del Presidente acerca del formato (a pesar de la noticia de que empezó a tuitear por si mismo). A pesar de que hizo una broma sobre escribir largas respuestas, hizo disquisiciones profesorales, a menudo precedidas por su titular favorito “Mira”. En total, promedió 2.099 caracteres por respuesta, de acuerdo con un análisis realizado por Michael Shear.

Tomé la primera pregunta, desde el usuario de Twitter @conblog: “¿Qué errores ha cometido en el manejo de esta recesión, y si lo haría de manera diferente?” Es una cuestión que Obama ha tratado antes. Retomó un camino trillado, diciendo que no se habia percatado cuán mala fue la recesión y asegurando que en los economistas recaia la responsabilidad de reconocer los peligros, y así sucesivamente. Así es como comenzó su respuesta completa:

“Esa es una pregunta excelente. Cuando llegué por primera vez a la Oficina nos enfrentabamos a la peor recesión desde la Gran Depresión. Así que, mirando en torno a esta sala, es una habitación todavía bastante joven, sin dudas es la peor recesión que nos hemos enfrentado en nuestra vida. Y tuvimos que actuar con rapidez y tomar algunas decisiones audaces y difíciles a veces. “

Y luego la extendió durante otros 365 palabras, para un total de 2.313 caracteres, o 17 tweets . ¿Tiene sentido todo eso? Un miembro del personal de la Casa Blanca encargado de sintetizar las respuestas a Twitter tradujo que “Obama sobre lo él habría hecho dif. en la economía: explicar mejor la profundidad de la recesión, preparar al pueblo para tomar decisiones difíciles, mejorar la vivienda.” No es un mal resumen mal, pero no agrega mucho a nuestra comprensión de la respuesta de Obama.

Por otra parte, los resúmenes no funcionaron bien. Un usuario le preguntó al Presidente qué estaba haciendo por los propietarios de viviendas que fueron capaces de hacer los pagos de sus hipotecas, pero que aun se encontraban con el agua al cuello.

Le dio otra respuesta detallada, explicando la historia de los programas de la Casa Blanca en materia de vivienda, expresando su pesar por que la vivienda no se había recuperado con mayor rapidez, y describiendo las negociaciones con los acreedores sobre la reducción del capital y pago de las hipotecas existentes.

¿El resumen? Un lacónico: “Obama habla a los propietarios de viviendas que están con el agua al cuello: Han hecho algunos progresos, pero necesitan analizar más opciones”. En Twitter era como decir. Esto es un #fracaso.

Otro problema fue el formato. De las 17 preguntas, una pequeña porción del total de casi 170.000 tweets etiquetados con el hashtag #AskObama, tres provenían de John Boehner y otras eran del columnista Nicolas Kristof, de The New York Times, y de un conocido grupo de blogueros economistas, que fue uno de los los usuarios asignados para moderar la distribucion de los tweets. No es que sus preguntas fueran malas.

La pregunta de Boehner fue excelente y parecía meterse por debajo de la piel de Obama: “Después de embarcarse en una juerga de gasto récord que nos ha dejado profundamente en deuda, ¿dónde están los empleos?”

Más allá de eso, Obama demostró que puede ser tan eficaz eludiendo las preguntas del público como las de los periodistas. Al principio, el usuario @RenegadeNerd realizó una pregunta muy especifica relacionada con una disputa sobre si el techo de la deuda nacional es inconstitucional.

Fuente: David A. Graham / The Daily Beast /Traducido por Alejandra García