Venezuela limitará el ingreso en prisión de nuevos reclusos. Esta decisión fue tomada por la ministra del Servicio Penitenciario, después de varios motines producidos en algunas cárceles del país hace algunos meses. Los fueron inspirados por supuestos maltratos a los presos y por la superpoblación de las prisiones.
La prohibición se debe a la línea política de Iris Varela, recientemente nombrada ministra para el Sistema Penitenciario, que intenta reducir radicalmente el número de los presos para “descongestionar” las superpobladas cárceles venezolanas.
Su plan supone la puesta en libertad condicional de un 40% de los encarcelados actuales del país. Se trata de detenidos por delitos menores, precisó Varela. “De 50.000 presos del país, 20.000 deben estar fuera de la cárcel, merecen y es justo que estén afuera, tienen todas las condiciones legales”, informó la ministra en una entrevista.
Sin embargo, según las autoridades, los delincuentes más peligrosos para la sociedad seguirán siendo encarcelados.
Las reformas de las presiones se aceleraron en Venezuela después de varias revueltas que se produjeron el mes de mayo en algunas cárceles, cuando en una de ellas los presos tomaron rehenes protestando por mala atención médica y abuso de autoridad.
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