La campaña de medios globalizados aumenta a medida del acercamiento de las elecciones para intentar echar a Hugo Chávez del poder. Desde Washington se imparten directrices que recomienda el Comando Sur y la CIA para tambalear el Gobierno chavista con poderosos medios de comunicación locales.
Esta campaña tiene como objetivo machacar el tema de la “inseguridad” hasta el cansancio y está financiada por el Departamento de Estado y grupos económicos relacionados con política de EE UU, España, Canadá, Alemania, Holanda, Reino Unido, Colombia y México, entre otros.
La SIP cuenta con el Bloque de Prensa Venezolano, un conglomerado de comerciantes que se hacen llamar empresarios sin ejercer el periodismo. Estos escupen a través de sus medios, informaciones sesgadas, manipuladas y montajes para atemorizar con una campaña de propaganda, donde el miedo es el meta- mensaje a difundir.
Dato: El empresario mexicano Carlos Slim tiene como mano derecha y asesor político al ex presidente de España, Felipe González, quien se encarga de meter caña al Grupo Prisa para atacar a Chávez desde España con su poderosa industria de medios.
Datazo: Venezuela está infiltrada hasta los tuétanos. La CIA les mareó al Sebin y la DIM porque hizo su trabajo. Esconderse, a través de personas y organismos para desestabilizar al Gobierno.
Dos conocidos reporteros trabajan para la CIA desde un programa de TV y prensa escrita para lanzar ataques a diario con la técnica de la manipulación. El primero era jefe de prensa de Educación en Gobierno de Caldera. Y el segundo, se localiza en Caracas y es agente desde el 2000.
Más cosas. La Embajada de Canadá y la Unión Europea por medio de su agencia encubierta en Caracas apoya a movimientos juveniles en Caracas, Maracaibo, Valencia, Mérida, San Cristóbal, Lara y Falcón (principal eje de movilización de masas) para adoctrinarlos en “democracia”; pero lo que se hace es un plan de formación con técnicas y tácticas para acciones desestabilizadoras.
Sin desperdicio. DHL, la empresa de encomiendas más grande del mundo, funciona como agencia encubierta desde Maiquetía y oficinas en Caracas. Los “ejecutivos” venezolanos son supervisados por agentes de la “Compañía” con sede en Long Island. La fuente no se revela. Ni por el carajo. PERIODISTA JOSE LUIS CARPIO
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