El XIV Censo Nacional de Población y Vivienda que inicia el 1º de septiembre, en el cual se recolectarán datos para conocer la estructura demográfica y socieconómica de la población venezolana, finalizará el 30 de noviembre.
Durante esos tres meses, 18 mil empadronadores visitarán los hogares venezolanos para hacer un registro detallado de las personas y viviendas.
Los datos personales suministrados por los venezolanos para el censo estarán amparados por el secreto estadístico.
Como parte de los mecanismos de confiabilidad que se aplicarán en el censo, la población podrá consultar en la página web del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el número de cédula del empadronador que visite la casa.
El empadronamiento podrá planificar, desarrollar programas y servicios públicos que garanticen los derechos humanos establecidos en la Constitución venezolana.
Para el empadronamiento se usarán dispositivos móviles de captura traídos de Corea, que ayudarán a recolectar y obtener la información y los resultados con mayor rapidez.
La consulta que iniciará en septiembre, tiene varias novedades en comparación con los censos realizados anteriormente en el país. Por primera vez se preguntará sobre la frecuencia de los servicios públicos.
En materia de salud se consultará sobre la asistencia médica y la afiliación a servicios de seguridad médica.
También se harán consultas sobre la afrodescendencia y las personas con discapacidad. Asimismo, censarán a las comunidades indígenas de todo el territorio nacional, que incluye a los indígenas que están en las zonas urbanas.
El primer censo oficial que se realizó en Venezuela fue en el año 1873, para ese momento el país contaba con un millón 700 mil habitantes. Desde 1963 se realizaron los censos con mayor frecuencia, hasta el año 1971 que se comenzó a entrevistar a las personas en su residencia de manera habitual. AVN