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El hombre que humilló y gobernó Egipto con mano de hierro durante tres décadas, comparece ante la justicia dando lástima: enjaulado y en camilla

16 agosto, 2011

Gran expectación en El Cairo en la reanudación del juicio contra Hosni Mubarak y dos de sus hijos.

El expresidente egipcio, que ha llegado en ambulancia a la Academia de Policía donde se celebra este proceso sin parangón en el mundo árabe, está acusado de corrupción, malversación y crímenes de lesa humanidad, cargos por los que podría ser condenado a muerte.

 

Cuando comenzó el juicio, hace dos semanas, Mubarak se declaró inocente. Al igual que entonces, el hombre que dirigió Egipto con mano de hierro durante tres décadas ha sido obligado a comparecer ante el juez dentro de una jaula y vestido con un uniforme de presidiario.

El proceso desata pasiones enfrentadas entre la población, por lo que las autoridades han desplegado a más de 5.000 policías para garantizar su seguridad. Los agentes separan a partidarios y detractores del exmandatario, entre quienes se encuentran muchos familiares de las 850 personas que murieron durante la revuelta popular que forzó la dimisión de Mubarak el pasado mes de febrero. EURONES