Rosales y son lugarteniente, Pablo Pérez, me tienen en ascuas desde hace meses, cuando se coló que el primero regresaría al país.
Nada menos, qué valiente es Rosales. Vendría a enfrentar una justicia politizada y favorable al PSUV. Hay que hacerle un cuadro…
Pero la cosa se puso turbia cuando Miquilena y Teodoro le metieron pajaritos a Pablo en la cabeza. Esas dos «momias» de la política, traidores donde los pare, no los quieren en la MUD, y tienen que pegarse de alguien para sobrevivir.
Pues bien, hasta una seguidora de Rosales decía en conversación «pinchada» telefónica a Alvarez Paz que el hombre estaría escondido en la mismísima Basílica de Maracaibo. Vaya locura!!!
Lo cierto del caso, y más allá de especulaciones de metro, poco a poco las relaciones entre Pablo y Manuel se fueron deteriorando, fruto de las ansias de poder y los suculentos dólares que recibirá el candidato del exterior.
Rosales no imaginó que su «hijo» político lo traicionara, por eso dio la pelea hasta este miércoles que finalmente nombrará a Pablo Pérez como candidato a las primarias, y él se quedará con la gobernación del Zulia
A Pablo lo espera María Corina, Capriles, Alvarez Paz, y pare usted de contar, en una lucha donde los medios, artistas y respingados se desviven por Capriles, pero los adecos tienen experiencia y garras para echárselo en caldo e ñame
Estos dos maracuchos, que son bien malos en alma y políticamente hablando, no llegan ni a la esquina. Y si los opositores se les ocurre votar por alguno de ellos y salir de candidato de la MUD, la victoria de Chávez será aplastante. RUBEN MARCANO