Más de 300.000 “indignados” salieron este sábado a las calles de las principales ciudades de Israel para protestar por el alto coste de las viviendas, alquileres y la vida en general.
La principal manifestación tuvo lugar en Tel Aviv, donde más de 200.000 personas se concentraron en torno a la plaza Habima, cerca de donde se levantó una acampada de protesta.
“El pueblo quiere justicia social” o “Toda una generación demanda un futuro”, coreaban los manifestantes, emulando las consignas popularizadas durante las revueltas árabes en Túnez o Egipto y las protestas de distintas ciudades españolas.
La protesta paralizó el tráfico rodado en importantes zonas de la ciudad y se ha reproducido en otras ciudades como Jerusalén, Kiryat Shomna o Eilat. Mientras, en Jerusalén, unas 20.000 personas marcharon hasta la residencia oficial del primer ministro, Benjamin Netanyahu, para exigir dimisiones en la tercera semana consecutiva de protestas, reseñó Europa Press.
Identificados con las consignas de “el pueblo demanda justicia” y “una generación entera exige un futuro”, los manifestantes anunciaron que líderes sindicales hablarán a la multitud y grupos artísticos realizarán funciones al aire libre.
“Jóvenes de Israel, ha llegado nuestra hora”, ha proclamado el presidente del Sindicato Nacional de Estudiantes, Itzik Shmuli, durante la manifestación de Tel Aviv.
“Es un despertar colectivo sin precedentes. Estamos siendo testigos de cómo el pueblo se despereza (…). Lo que comenzó como una batalla por una vivienda asequible se ha convertido en un movimiento de protesta que es como una bola de nieve y ahora habla de un amplio cambio de sistema”, explicó uno de los manifestantes en declaraciones publicadas por la edición digital del diario ‘Yedioth Aharonoth’.
Los activistas llevan tres semanas acampados en el bulevar Rothschild de Tel Aviv, ante el silencio mediático internacional, para protestar por el coste de la vida y exigir una vivienda accesible en un movimiento que ha ido ganando apoyos día a día. La de este sábado es la tercera gran manifestación en Tel Aviv.