Caracas (RUBEN MARCANO/INFORMEONLINE).- Una semana bastó para que Globovisión disociara a mi hermano…
El vive en una ciudad remota del oriente del país…
Es taxista, y con eso se gana el pan diario.
No ha sido chavista, no ha sido opositor. Era más bien ni-ni…
Hubo un tiempo en que se interesó por los programas del gobierno del actual Presidente, luego del 11 de abril de 2002.
Sin embargo, con los años, volvió a su estado natural. Es decir, no parle mucho a políticos. Sin embargo, con el incremento de la delincuencia y los casos que en su taxis escuchaba sobre drogas, violaciones, maltratos, robos, hurtos, asesinatos, se interesó por el tema
Buscó en Globovisión el medio ideal para entender la realidad que lo circundaba.
Una semana fue suficiente para que comenzace a repetir el discurso de Leopoldo Castillo, Carla Angola, Antonetti, entre otros.
Lo cumbre era que hasta se aprendió sus nombres, cuando nunca les paró a esas cosas.
Empezó a maldecir a Chávez, a utilizar frases hechas para explicar ciertas realidades. Estaba cambiado
Me di cuenta que se había activado el virus Globovisión en su organismo, porque no pasaban 5 minutos de conversación cuando introducía un tema político. Era como una droga que no podía soslayar.
Llegaba temprano a su casa, y encendía Globovisión.
Se levantaba con Globovisión.
Comía con Globovisión… No es mentira
!A mi hermano Globovisión lo embrujo!
Es una canal diabólico. No tengo dudas.
No es un medio de comunicación. Es un medio que desorienta, que engaña, que emboba, que automatiza la mente de los venezolanos
Esto viene a colación, a raiz de la multa impuesta recientemente al canal de noticias