En el debate de la MUD, Diego Arria se la comió, dijo MArianella Salazar en uno de sus escritos.
Diego dirigió sus mensajes a la ultraderecha venezolana, la misma que ansía ver a Chávez como Gadafi o condenado por La Haya, por ejemplo
La misma de los golpes de Estado; del sabotaje petrolero, la misma que presiona con sus medios a líderes del ala democrática de la oposición y los pone de rodilla
El lenguaje, las poses, el discurso de Arria es el de la derecha extrema del país, y por ello, han querido venderlo como el nuevo virtuoso de la oposición
El problema con Arria es de números en las encuestas.
Capriles, López, Machado y Pérez saben que en esta etapa primaria, lo peor para ellos es atacar a Chávez. Ese trabajo está encomendado a Arria, un político acusado de manejos dolosos en época de la guanábana
Arria no tiene nada que perder en estas primarias, no tiene posibilidades de ganar, según encuestas.
Sin embargo, tiene que hacer ruido, tiene que lanzar mensajes duros para colocarlo, para sedimentarlo entre los opositores, y obligar al que gane, a retomarlos.
El tema de la Asamblea Constituyente, de La Haya, de los militares, de la corrupción, no son inspiraciones indiviuduales de Arria. Detrás de él hay un tinglado bien elaborado, tendientes a encausar el debate opisitor por otros derroteros
RUBEN MARCANO