El defensor Gabriel Cichero, luego de conocer su suspensión de cinco meses por parte de la FFF (Federación Francesa de Fútbol), digirió una carta a Venezuela.
Asegura que está retenido en el país galo, desmotivado y solo, pero agradeció el apoyo de la fanaticada Vinotinto para con él y su situación:
ESTA ES LA CARTA DE CICHERO:
Hoy me dirijo al país para informales el duro momento que me toca vivir en mi vida y mi carrera, jamás he pasado por una situación como esta y espero poder seguir adelante. Personalmente me encontraba en el mejor momento de mi vida, pero a veces la misma es injusta y uno no entiende porque pasan estas cosas, soy un profesional un hombre de familia, inteligente y siempre con Dios a mi lado, hoy me toca esperar y entender porque mi Dios permitió esto cuando él sabe que fui agredido por un directivo con un codazo en el estómago y reaccione como cualquier otro pudiera reaccionar, es decir en defensa propia.
Sin duda las leyes francesas actuaron de manera muy dura conmigo, fui detenido por 30 horas en Córcega cuando regrese a Francia luego del último juego con la selección, me habían informado que tenía que presentarme en la isla pues era una simple reunión con un juez y todo quedaba ahí, no fue así, me engañaron y me hicieron sufrir 30 horas en una cárcel sin comunicación alguna. Ese momento fue lo más horrible que haya pasado en mi vida, lo primero que pensé al salir fue irme a Venezuela pero cuando me reuní con el juez este decidió retenerme en Francia, sin posibilidad de salir hasta el 16 de diciembre fecha en la que tendré una nueva cita en la cual se decidirá si la multa económica será aprobada o no.
Hoy me encuentro desmotivado y solo, con una suspensión de 5 meses, tocará confiar en Dios escuchar a mis seres queridos y mis verdaderos amigos, prepararme y arrancar de nuevo con esperanza y así tener la fuerza psicológica y física para que junto con mi familia y amigos salgamos adelante. Gracias a todos por el apoyo a través de las redes sociales y como siempre digo, unidos iremos al mundial y tendremos una verdadera Venezuela.
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Fuente: La PAtilla