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Aparece otro «Dudamel» de 17 años, que dejó boquiabierto a la filarmónica de Los Angeles en el Teresa Carreño

20 febrero, 2012

(CARACAS, 20 feb. AFP) – Jesús Parra, a sus 17 años, dirige con pericia una sinfónica en un teatro caraqueño. Admirada, la presidenta de la Filarmónica de Los Ángeles observa al novel músico, miembro del “milagro” de las Orquestas Juveniles de Venezuela, un producto de exportación que arrasa en el mundo.

“La música me rescató, no sé qué estaría haciendo ahora si no fuera por esto, pero estoy seguro de que no sería nada sano”, dice a la AFP el joven luego de participar en un ensamble de 1.800 niños y adolescentes ante la titular de la orquesta estadounidense, Deborah Borda y varios de sus músicos de gira en Caracas bajo la batuta del prodigioso director venezolano Gustavo Dudamel.

Parra y estos cientos de jóvenes músicos son apenas una muestra de los 350.000 menores provenientes de barrios populares del país que son acogidos por el Sistema de orquestas, una red de educación musical, para alejarlos de la violencia o las drogas, en las zonas en las que viven.

Este prestigioso programa, replicado en más de 25 países alrededor del mundo y con una decena de premios por su obra, fue creado en 1975 por el compositor venezolano José Antonio Abreu, que junto a Dudamel hace de anfitrión en esta presentación.

Parra, que desde los 10 años es parte del Sistema, ocupa de alguna manera el mismo lugar que ocupó años atrás Dudamel, formado en este programa y que con tan sólo 30 años, es ya director musical de la Filarmónica de Los Ángeles, con la que acaba de obtener un premio Grammy.

“Es tan esperanzador ver a nuestra juventud y niñez tan hermosamente encaminada a través del arte musical. Esto es lo más bello, estamos en el camino correcto y por eso es importante mostrarlo al mundo”, comenta a la AFP Dudamel -esta vez como espectador- durante la presentación, que distribuyó a los 1.800 jóvenes músicos en cinco ensambles por los pasillos del Teatro Teresa Carreño.