CARACAS. El Presidente no tiene paz con la miseria cuando se trata de elecciones. En un huracán, y eso precisamente es lo que ha hecho desde que supo que la oposición tenía rostro.
Desde su primera declaración, en ocasión de haberse celebrados el pasado domingo las primarias, hasta entonces, no ha parado
Ha sido un ataque envolvente, que tiene como fin no dejar que los chavistas descontentos y los independientes, migren a la acera de la oposición
Ambos comandos de campaña saben que la elección de octubre la decidirán los independientes y aquellos que estén indecisos o descontentos de alguno de los bandos en disputa
Ha sido tanto el verbo encendido y las provocaciones de Chávez hacia Capriles, que el viernes Henry Ramos Allup tuvo que salir al bate y decir que la oposición debía definir una estrategia frente al Presidente: o se le hace el juego o se elude la confrontación pues Chávez viene con todo, señaló.
Efectivamente, en la confrontación Chávez es prácticamente invencible, porque logra dividir en mitades el electorado, y saca provecho de su tajada
Capriles tendrá que salir al ruedo sin ambigüedades, a ganarse el voto de los chavistas moderados o descontentos, de los indecisos e independientes.
Tanto él como Chávez tienen una base sólida de votantes, siendo la del primer mandatario superior, como ha quedado demostrado en elecciones pasadas
Si Capriles sale a pelearse con Chávez ,cuerpo a cuepo, fallará, seguro. Le paso a María Corina y Diego Arria, quienes centraron la campaña en su figura, y no en sus fallas administrativas, de gobierno, como sí lo hizo Capriles, quien venció claramente
Capriles tiene un hecho a favor entre sus seguidores: la derecha y la extrema derecha, lo que Chávez denomina oligarquía y burguesía, lo apoya sin medias tintas, no así como sucedió con Rosales
Capriles es de clase alta; no así Rosales en su momento. Capriles es acaudalado, tiene los medios a su favor, las redes sociales, la prensa internacional y los gobierno de derecha del mundo lo apoyan
Chávez tiene a los pobre como su gran bastión, y su idea es confrontar, desenmascarar e irrumpir en cualquier estrategia tenga la oposición para filtrarse evitar el goteo de sus seguidores hacia el bando contrario
Más temprano que tarde, veremos si Capriles varía la estrategia, si cambia el discurso, si cae en las provocaciones de Chávez o si se mantiene como ahora, formato que probablemente no redunde en resultados positivos
RUBEN MARCANO/IO