Enardecidos por la muerte de cuatro pescadores, identificados como los hermanos Jesús Alberto Daniel y José Salazar Rodríguez (23 y 26 años) y de sus vecinos Carlos Del Valle Millán (53) y Jean Carlos Suniaga Moreno (21) numerosos pobladores de Las Casitas de Playa Grande, quemaron una unidad patrullera del Cicpc, destrozaron la sede de ese organismo de investigación policial y otros cuatros vehículos, ubicada en ese sector playero de Carúpano.
El funcionario, a quien los manifestantes intentaban linchar, mientras lo acusaban de ser responsable de las muertes de los pescadores, fue rescatado y puesto bajo protección del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebín) y de la Guardia Nacional, antes de que la patrulla en la cual se movilizaba fuera rociada con gasolina e incendiada.
Marcano está preventivamente detenido y bajo protección del Sebin y la GN. Está a la orden de la Fiscalía del Ministerio Público en Carúpano, según lo que trascendió extraoficialmente. Las causas por las cuales los pescadores fueron acribillados (uno de ellos presentó 22 disparos) presuntamente a manos del Cicpc se desconocen.
Las manifestaciones de repudio por la muerte de los cuatro pescadores, todos dedicados a la extracción y venta de mejillones y descritos como trabajadores sin antecedentes por delitos, comenzaron a sentir en Playa Grande, desde la madrugada
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La Guardia Nacional y la Policía del estado Sucre, lograron dispersar con disparos al aire a la multitud que amenazaba al comisario Marcano , pero no pudieron evitar que la multitud entrara a la sede local del Cicpc en Playa Grande, en la vía principal que comunica a ese sector con el centro urbano de Carúpano. La edificación policial fue destrozada a pedradas, por dentro y por fuera. Nada se salvó de la furia colectiva.
Oficialmente, hasta las tres de la tarde, la Fiscalía del Ministerio Público a cargo de la investigación de los hechos y voceros policiales y de la Guardia Nacional no han hecho pronunciamientos sobre los hechos.
El comisario jefe del Cicpc en oriente, comisario Lisandro Alfonzo y una comisión de la dirección nacional de ese organismo eran esperados en Carúpano, pero hasta las cuatro de la tarde aparentemente no habían hecho acto de presencia.
