Expertos calculan que la oferta pública satisface 30% de la demanda
El Sistema Cambiario Alternativo de Divisas, Sicad II, fue creado hace un mes rodeado de expectativas y escepticismo. Mientras algunos expertos afirman que el mecanismo requiere tiempo para ajustarse a la demanda del, otros aseguran que los montos ofertados no son suficientes y que existen restricciones en la asignación.
Las quejas, de personas y jurídicas, persisten principalmente por el retraso en el que incurre el Central de Venezuela en la liquidación de las órdenes de compra de dólares. Algunos bancos privados han dejado de informar a sus clientes al siguiente si fueron beneficiados en la adjudicación de divisas, y por lo general la notificación si el monto de la compra y el de cambio fueron aceptados se hace 48 o 72 horas después de que se recibe la apuesta.
Además, el de la adjudicación por parte del operador cambiario no implica que la persona o tenga la disponibilidad del dinero en moneda extranjera en su cuenta, dado que el instituto emisor no hace la entrega de las divisas de manera inmediata.
El artículo 12 del convenio cambiario 27, sin embargo, establece que las entidades operadoras deberán acreditar en la cuenta del cliente el importe correspondiente a la operación liquidada en un tiempo que no podrá exceder de 48 horas siguientes al pacto, en el caso de las operaciones de divisas en efectivo, y de 72 horas cuando sean títulos valores.
El plazo no se ha cumplido. Fuentes del sector bancario indicaron que la demora no tiene “razón de ser” y se lo atribuyen a situaciones que se han presentado en el arranque del sistema. Recordaron que son mecanismos que ya la banca ha manejado, por lo que el problema no es la plataforma de las instituciones.
En el caso de los títulos, el retraso es normal considerando que para transformarlos en efectivo el banco debe venderlos en los mercados internacionales, con la autorización del cliente. Aseguraron que, a pesar de los retrasos, la adjudicación es una garantía de que el solicitante recibirá los dólares. “No se precisa cuándo, pero los recibirá”, agregaron.
El principal problema del sistema, según los voceros, es la serie de inconsistencias que reportan los usuarios al momento de la asignación y que no tienen una explicación lógica. Por ejemplo, los atrasos que no son producto de ajustes en el sistema o los criterios en la asignación de divisas.
“La solicitudes hechas al mismo precio, el mismo día, deben tener un tratamiento similar”, señaló el vocero. Sin embargo, usuarios consultados reportan casos en los que no ha sido así y desconocen las razones por las que algunos resultan adjudicados y otros no.
“Hay mucha arbitrariedad en las asignaciones del Sicad II”, afirmó el economista Luis Oliveros. No obstante, sostuvo que el mercado cambiario necesitaba este tipo de mecanismo. Además, incentiva a los oferentes privados a vender sus divisas a una tasa más competitiva.
Oferta. El economista José Guerra no es tan optimista. Dijo que la oferta pública solo ha cubierto 30% de la demanda que se genera en el sistema. Advierte que los clientes no satisfechos van a volver a acudir al paralelo, lo cual impulsaría al alza la cotización.
“Es muy probable que sigamos viendo la brecha entre el paralelo y el Sicad II, ya que no es lo que dijeron que iba a ser: un mercado libre sin restricciones, sin influencia en las tasas de cambio ni topes para empresas”, expresó.
Añadió que persiste la expansión monetaria del BCV –el financiamiento a Pdvsa continúa en aumento–. Además, el instrumento de inversión en bolívares presenta una tasa poco atractiva frente a la inflación, por lo que los expertos no consideran que reducirá la liquidez.
Sin definir uso de tarjeta de débito en el exterior
El ministro de Economía, Finanzas y Banca Pública, Rodolfo Marco Torres, anunció en la presentación del Sicad II que las personas naturales podían tener acceso a una tarjeta de débito para hacer retiros en el exterior, tal como ocurría con el Banco de Venezuela y otras instituciones financieras del Estado. Pero la entrega de la tarjeta no figura entre los servicios de las instituciones financieras privadas e incluso el Banco de Venezuela ha tenido problemas para la entrega del plástico.
La persona o empresa al momento de realizar la apertura de la cuenta en dólares firman el contrato con su respectivo banco y la declaración jurada sobre origen legítimo de las divisas en el caso que se vayan a vender y reciben copias de ambos documentos.
En el contrato se señala que los retiros en efectivo “solo podrán hacerse cuando lo considere el directorio del Banco Central de Venezuela mediante normativa que dicte al efecto”. No obstante, aún no existe una resolución sobre este aspecto.
Los también bancos se han mostrado reacios a mover las divisas adjudicadas a otras cuentas en el exterior cuando se trata de transferencias a terceros. Una fuente del sector indicó que las instituciones tienen temor de asumir el riesgo de la legitimación de capitales cuando desconocen al receptor de los dólares.
“El banco puede meterse problemas de orden internacional. Estaría más tranquilo si la transferencia se realiza a cuentas del mismo titular en el exterior”, señaló.
En el caso de las empresas que deban cancelar a la cuenta de algún proveedor, las instituciones pueden hacer excepciones. Sin embargo, recomiendan transferir el dinero a una cuenta propia en el extranjero y desde allí efectuar los pagos correspondientes.