CARACAS. Alias «El Colombia» fue el encargado de marcar al diputado.
Como no tenía como acercarse, se filtró en los edificios de la Gran Misión Vivienda, en El Paraíso.
Había escuchado que allí vivía gente cercana a diputados del gobierno.
Como era hampa a nivel internacional, en Venezuela, estaba bajo perfil.
Poco a poco se ganó la confianza de la gente del edificio e impuso su ley, en base a asegurarse espacios importantes en la línea de mando.
Así llegó al jefe de escoltas, quien bajo rabia y sed de venganza contra Serra, por problema personales, fue cediendo ante el hampón colombiano.
Luego que tenía el nexo para llegar al diputado, planificó lo más macabro.
La gente que organizó el evento o los evento de conmoción nacional, el gobierno se imagina, tiene pistas claras, pero quiere pruebas para lanzarlas a la opinión, dio 250 mil dólares para la operación.
Esta cifra fue confirmada por Rodríguez Torres.
Era una montaña de dinero, por eso el jefe de escoltas se alucinó de inmediato y no lo pensó dos veces para dar el zarpazo al joven diputado.
Era el bulto que le hacía falta para salir de la pobreza y de los edificios de la misión vivienda, donde se batía el cobre duro con el hampa. INFORMEONLINE