Dos altos mandos de la Fuerza Aérea y la Armada han desaparecido por los lamentables accidentes de helicópteros que levantaron vuelo y aterrizaron en la oscuridad del destino
CARACAS.- El fantasma de la turbulencia pareciera castigar a las Fuerzas Armadas Bolivarianas. En los últimos nueve años perdieron la vida aproximadamente 52 militares en accidentes de helicópteros. Una cifra impresionante para la seguridad aérea de cualquier ejército en el mundo sin estar en guerra convencional.
De ese medio centenar de uniformados, dos altos mandos, uno de la Fuerza Aérea y otro de la Armada, desaparecieron en las aeronaves que levantaron vuelo para aterrizaren en la oscuridad del destino
Los avispones de ala rotatoria enlutaron a la familia militar. La Armada, la Guardia Nacional, el Ejército y la Fuerza Aérea no han escapado a la tragedia de helicópteros rusos, europeos y norteamericanos. Muchos son los motivos de los accidentes, pero ningún informe técnico se hace público para despejar los motivos de fallas humanas o técnicas.
Desde que Hugo Chávez asumió el poder, la primera tragedia ocurrió en abril del año 2002 en un misterioso accidente ocurrido en las cercanías de Caracas y donde murió el alto mando de la Fuerza Aérea Venezolana (FAV).
En esa oportunidad un helicóptero Superpuma se estrelló con la montaña y murió el comandante general de la Aviación, general Luis Acevedo y tres generales que regresaban de la Escuela Naval de Venezuela, tras cumplir con un acto de juramentación del comandante de la Armada, vicealmirante Fernando Camejo.
Los otros tres miembros del alto mando de la FAV fueron los generales Pedro Torres Finol, Julio Ochoa y Rafael Quintana. El resto de las víctimas eran un capitán, tres tenientes y dos aerotécnicos de la Aviación.
En el año 2008 murieron cuatro militares en otro lamentable accidente de un helicóptero que se estrelló en Bolivia. Este helicóptero era un Superpuma de fabricación europea y ocurrió en la localidad de Colomi, Trópico del Cochabamba.
Los fallecidos en esa oportunidad quedaron identificados como el mayor Rodolfo Rigas, el teniente David Bustillos, el sargento Carlos Jacar y el técnico aeronáutico César Bastidas.
El año 2009 fue otra fatalidad que sumaba más tragedia a la familia militar. En agosto de ese año diecisiete militares murieron al estrellarse un helicóptero que patrullaba la frontera con Colombia. Entre los muertos figuraba el general Domingo Faneite, comandante del Teatro de Operaciones Número 2 con sede en La Fría, estado Táchira.
En septiembre de ese mismo año otro helicóptero impactó contra un buque de la Armada que atracaba en un puerto de la isla de Margarita. Dos militares murieron y otros cinco resultaron heridos.
El accidente ocurrió cuando el helicóptero militar despegó de una fragata misilística y chocó contra la boca de un buque oceanográfico de la Armada mientras la embarcación realizaba maniobras para atracar en el puerto de Playa Valdés, de Nueva Esparta.
Año 2010. Otra fatalidad enluta a la Fuerza Armada. Diez militares venezolanos murieron al precipitarse a tierra el helicóptero en el que viajaban en medio de una operación antidrogas en la frontera con Colombia.
El helicóptero siniestrado era un MI-17 de fabricación rusa, de siglas GN10139, y cubría la ruta Buena Vista del Meta-Cararabo en Apure. Los fallecidos eran tres oficiales y siete efectivos de la Guardia Nacional.
2011. Continúan los accidentes este mes de agosto. Nueve militares muertos es el saldo de otro accidente de helicóptero. El alto mando de la Armada se ahogó en la mar y sólo sobrevivió un sargento.
Los fallecidos son: el vicealmirante Berríos Pardo, segundo comandante de Infantería de Marina, el contraalmirante Villorroel Santana, jefe de operaciones de la Infantería de Marina, el capitán Ferreira da Silva, comandante del Cuerpo de Cadetes de la Academia Militar de la Armada, y el capitán Ferrutti Cachút, comandante de un batallón de las Milicias Bolivarianas.
A la aciaga lista se agregan los tenientes Freddy Zabaleta, piloto del helicóptero, y el copiloto, Alfonso Martín, Grozo Santoni, jefe de Comando de la Aviación Naval, y los sargentos Vera Valera, asistente de propulsión de la aeronave, y González Vera, asistente de computación. El único sobreviviente es el sargento Eduard González, La nave siniestrada es un helicóptero Bell Ranger 412 de la Armada Bolivariana.
Fuente: Agencias. Investigación propia.
José Luis Carpio
Periodista
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