La busca y captura de Muamar Gadafi se ha convertido en una prioridad para los rebeldes tras conseguir controlar prácticamente el 80% de Trípoli, según el propio CNT.
La toma de su palacio presidencial en la capital, donde se creía que podía estar escondido el dictador, y sus posteriores declaraciones, que demostraban que el líder libio sigue escondido y con vida, han generado un gran desconcierto sobre su paradero, llegando a aceptar la propia OTAN “no tener ni idea” sobre el lugar donde Gadafi sigue comandando a sus tropas.
Sin embargo, varios indicios apuntan a que podría seguir en Libia, pero en una Libia a 182 metros de profundidad.
‘El gran río hecho por el hombre’ podría ser ahora su guarida, una obra faraónica de ingeniería diseñada por el propio coronel en 1984 para, supuestamente, suministrar de agua procedente de los acuíferos saharianos a las grandes ciudades como Trípoli o Bengasi.
Este proyecto de 17.000 millones de euros pudiera no ser únicamente un simple sistema de trasvase, sino una auténtica fortaleza bajo tierra construida por Gadafi para garantizar su propia seguridad ante la creciente hostilidad de los países occidentales hacia su régimen.
El entramado consiste en 4.071 kilómetros de tuberías de hormigón, que llegan a alcanzar los cuatro metros de diámetro, un laberinto de túneles que podría estar sirviendo al coronel no solo para esconderse, sino para moverse a sus anchas por toda Libia.
Una sauna bajo tierra
En abril, tras la toma del palacio de verano del líder libio en Al Bayda, los rebeldes ya pudieron comprobar la existencia de este laberinto subterráneo. El dictador no solo contaba con varios túneles que permitían su huida ante un eventual ataque del recinto, sino que además poseía varios dormitorios, cuartos de baño e incluso una sauna a nueve metros de profundidad.
El diario ‘The Guardian’ hablaba ya por entonces de que funcionarios de inteligencia occidentales habían sugerido la posibilidad de que el régimen de Gadafi pudiese estar ocultando armas pesadas y carros de combate en esta red de túneles para evitar que objetivos estratégicos como estos pudiesen ser alcanzados por los bombardeos de la OTAN.
Incluso estas mismas fuentes apuntaron a que en la guarida subterránea también habían sido hallados varios lingotes de oro.
Misteriosa aparición
Los periodistas también apuntaron a la posibilidad de existencia de este entramado en mayo, tras una rueda de prensa de Gaddafi, a la que acudió sin que nadie presenciara su entrada en el edificio. La prensa planteó tras aquel suceso que, al tratarse la conferencia en los bajos de un hotel, cabía la posibilidad de que el dictador pudiera haber accedido al recinto a través de algún tipo de galería bajo tierra.
El gobierno libio, en lo que podría ser una clara estrategia militar, advirtió ante los primeros ataques de la OTAN que los supuestos ‘túneles de riego’ podrían resultar dañados por los bombardeos, lo que consideraró un posible “desastre humanitario” para el país.
Sin embargo, tras las informaciones que apuntaban a un segundo uso estratégico de estas tuberías, el que es el gran orgullo de ingeniería libio, podría convertirse ahora en un objetivo militar legítimo y primordial en la búsqueda del coronel. Los servicios de inteligencia norteamericanos, además podrían contar con información de primera mano sobre la localización de estas tuberías, ya que fueron varias compañías europeas y surcoreanas las encargadas de llevar a cabo el proyecto.http://www.elnortedecastilla.es