EEUU lleva toda la semana debatiendo el papel desempeñado por el discurso del odio, enarbolado por el Tea Party, en el tiroteo de Arizona que mató a seis personas e hirió a la congresista Gabrielle Giffords, demócrata en la diana ultra. Pero el país que se describe al inicio de este artículo no es EEUU, sino la España de José Luis Rodríguez Zapatero vista por algunos de los líderes mediáticos más influyentes de la derecha española, como acaba de poner de manifiesto el ex director adjunto de El País José María Izquierdo en Los cornetas del apocalipsis (La Hoja del Monte, 2011).
The New York Times resolvió el debate sobre la responsabilidad del «discurso del odio» en un editorial: «Es fácil y equivocado atribuir este particular acto de locura directamente a republicanos o a miembros del Tea Party. Pero es legítimo responsabilizar a republicanos y particularmente a sus apoyos más virulentos en los medios por el vendaval de ira que ha producido la gran mayoría de las amenazas y ha empujado a la nación al precipicio». Naturalmente, The New York Timesescribió solo sobre EEUU, pero no es raro que en España hayan proliferado los artículos titulados «Sarah Palin no es responsable» o similar: los medios más afines a Esperanza Aguirre llevan semanas amagando con la idea de enarbolar aquí la bandera del Carajillo Party y compitiendo en metáforas violentas con sus hermanos de EEUU. MAS DETALLES