«Seriati había adelantado que los militares, esos hijos de puta, estaban confraternizando con la población. Puede que nos tengmos que ir, pero prenderemos fuego a Túnez. Tengo a 800 tipos dispuestos a sacrificarse. En dos semanas, los mismos que se manifiestan nos van a suplicar que volvamos».
Esta sería la última confesión del ex presidente de Túnez, Zine el Abidine Ben Ali, a una persona identificada por el diario Le Monde como Zyed, antes de dar su discurso el pasado viernes.
Zyed asegura que la situación era insostenible desde el mes de septiembre y que la familia de Ben Ali ya había preparado el cambio de dirección: «El presidente seguiría en el poder hasta 2013 y después dimitiría por motivos médicos y se convocarían elecciones» MAS DETALLES