Queda patente la cantidad de promesas incumplidas y el juego con las emociones para hacerse del poder. Poco ha variado hasta ahora. Los candidatos de siempre, activando mecanismos sensoriales del electorado, y luego olvidarse
Queda patente la cantidad de promesas incumplidas y el juego con las emociones para hacerse del poder. Poco ha variado hasta ahora. Los candidatos de siempre, activando mecanismos sensoriales del electorado, y luego olvidarse